lunes, 29 de octubre de 2012

Glosa a la Salve.


 
Una vez finalizados la meditación de los 20 misterios del Rosario, terminamos con una glosa a la Salve que nos la ofrece el cofrade y pregonero electo de la Semana Santa de 2013 D. Juan Manzorro Burguillos,

 

S A L V E


 

Salve, Madre, en la ciudad de mis amores te saluda un humilde pregonero de la Semana Santa de Cádiz que en este mes del Santo Rosario se pone a tus pies con los temores, las dudas, la alegría, la preocupación y la incertidumbre que anida en mi alma cofrade ante la honrosa tarea que me ha sido encomendada de cantar las glorias de nuestra Semana Mayor.


Veras, Madre, he pensado que algunas tardes grises de otoño me gustará acercarme a tu Iglesia de Santa Cruz donde hace ya casi medio siglo el P. Marcelino Martín me bautizó en la fe en Jesucristo. Iré a verte, Señora, para decirte que te quiero y pedirte que me ayudes. Y para ofrecerte mi oración y mi suplica. Para rogarte que con tu generosidad de Madre buena atiendas las peticiones de tus hijos en esta época convulsa que nos ha tocado vivir.


Madre del Rosario, quiero implorarte que veles por los más pobres que transitan por la calle de la Amargura con paso cansado y la mirada perdida cargando con un equipaje de miseria repleto de fracaso. Dales un soplo de esperanza a las personas que buscan trabajo desesperadamente e ilumina a las autoridades de todas las Instituciones para que encuentren soluciones al drama del paro. Los parados son hombres y mujeres angustiados, no son un simple dato de estadística. No debemos olvidarlo, porque si lo hacemos quizás estemos construyendo un mundo insolidario sobre pilares de injusticia, de egoísmo y de desigualdad social.

Trasera del Palio. Foto Marcos Piñero
Madre del Rosario, déjame que te pida protección para los niños que llenan de vida las calles de Cádiz. Dale a los jóvenes fe en el futuro. Ayúdales a superar las dificultades, a mantener intactas sus ilusiones, a cultivar la esperanza, a ser solidarios y a trabajar por un mundo más justo. Y no dejes de darle paz y sosiego a los abuelos que contemplan pausados el paso de la vida cotidiana y sueñan cada noche con un nuevo amanecer.


Madre del Rosario, espérame en Santa Cruz, acompañada de tu Hijo el Santísimo Cristo del Perdón, que cada madrugada de Viernes Santo levanta tempestades de emociones y devociones a su paso por las calles de Cádiz. Iré a verte muchas tardes solitarias de otoño para musitar en silencio suplicante una sentida Salve:

Dios te salve, Reina y Madre de Misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve.


A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas.


Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos. Y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre.


¡Oh, clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María! Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.



Juan Manzorro Burguillos

  

1 comentario:

  1. Gracias Juan por esas palabras a nuestra Virgen. Me gustaría escucharlas en tu pregón el próximo domingo de pasión.

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